Ti West le da cierre a una de las trilogías más celebradas del terror moderno. Tras X y Pearl, MaXXXine se sumerge en el mundo de Hollywood, los asesinos seriales y el auge de la cultura pop tal como la conocemos. Una cultura a la que los personajes de Mia Goth ya forman parte a fuerza de gritos y más gritos.
En el último tiempo pasó algo inesperado: el cine de terror empezó a generar expectativa por fuera de los leales fanáticos del género; y quizás el estreno de MaXXXine sea el más esperado que recordemos. Razones sobran ya que es el cierre de una trilogía que creció en el boca a boca -o tuit a tuit, o comentario a comentario en Letterboxd- y tiene un director con un nombre y apellido fuerte dentro del género. También es la confirmación de la calidad de figura de Hollywood de Mia Goth y, sobre todo, en esta entrega hay a una decena de actores queridos por los públicos más variopintos. Un cóctel explosivo.
Videocaseteras, guantes negros, porno, pósters diseñados a mano, guiños a la historia del cine de terror, el detrás de escena de las películas de poco presupuesto. MaXXXine lo tiene todo. La nueva película de Ti West retoma la historia de Maxine Minx luego de la masacre que ya se nos presentó en X. Años después del sangriento evento que se llevó a sus amigos y compañeros, la chica sureña se transformó en una personalidad conocida dentro del mundo del porno, pero ella todavía no cumplió su sueño de actuar en una “película de verdad”. Tras un casting hipnótico, Maxine consigue el rol protagónico en la segunda entrega de una saga de terror, papel que no solo la convertirá en una final girl sino que también la llevará a consumar su mayor deseo profesional. Pero su soñado presente peligra cuando un asesino serial comienza a acecharla.
«Los años 80 fueron una época excesiva tanto para la época como para la industria, debido al auge del VHS y el tipo de películas que se estaban haciendo, especialmente las de terror. Llevarla a las entrañas de la bestia y situarla en el verano de 1985, con un asesino en serie de la vida real como telón de fondo, así como mucha indignación moral sobre la música, las películas y la censura, parecía el escenario adecuado, el momento y el lugar adecuados. Esta trilogía se ha convertido, en cierto modo, en una historia sobre cómo el cine afecta a los personajes«, comentó Ti West en una entrevista con el BFI. A fin de cuentas, llevar la historia a la década de los ochenta terminó siendo un paso más que lógico.
MaXXXine es el final de una trilogía que comenzó en X, un slasher que apareció sin pedir permiso en una época con pocos estrenos y menos sorpresas. La teoría de la película era simple pero original: el terror y la pornografía son dos caras de la misma moneda. Allí no había desdén hacia estos géneros, sino cariño y reivindicación ante el menosprecio histórico. La exploración de la dupla West-Goth continuó su camino con Pearl, un cuento de hadas con sangre, sudor y lágrimas donde conocimos el origen del personaje que protagonizó, a su manera, ambas películas, y volvimos a descubrir que el mejor terror es el que no le teme al ridículo. Ahora, en la esperada conclusión, confirmamos algo que a esta altura es muy difícil de negar: Mia Goth es una estrella de cine. Cuando parecía que Ti West no tenía más en su galería de horrores para entregar, encontró en Mia a la cómplice ideal y a la scream queen definitiva.
EL TI WEST DE LA GENTE
The Sacrament (2013). El director estadounidense fue un abonado de las secciones de medianoche de los festivales argentinos. En una de esas descontroladas funciones, esta película sorprendió a propios y extraños. Uno de los pocos casos en que el found footage funciona bien (hay que pedir un deseo cuando eso pasa) y, como si fuese poco, irrumpe en el universo de las sectas.
The House of the Devil (2009). Acá Ti West dirigió, escribió, editó e hizo casi todo como en MaXXXine. En sus comienzos, el cineasta ya era un joven con control total que comenzaba a explorar sus obsesiones y a demostrar su amor por el género. Se trata de una historia de jóvenes perdidos, secretos oscuros y una locación que quedará en el recuerdo del espectador. Además, es una obra crucial de eso que llamaron mumblegore, una olvidable etiqueta que sólo sirve para no decir lo que realmente es: una notable película.
The ABCs of Death (2013). Un poco de trampa porque no es una película del director de MaXXXine, sino un proyecto colaborativo de terror con cortometrajes de distintos cineastas como Nacho Vigalondo, Yoshihiro Nishimura, Adam Wingard, Ben Wheatley y el bueno de Ti. El corto en cuestión, también llamado M is for Miscarriage, tiene al West más desencajado y a su vez el más original; dos adjetivos que habitualmente van de la mano.
Alejandro Tevez
