Cuatro redactores de Agenda de Cine eligen sus cinco películas recomendadas del Bafici, Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, que se llevará a cabo entre el 17 y el 28 de abril en distintas sedes de la ciudad. Más información en la web oficial y venta de entradas aquí.

ANDRÉS BRANDÁRIZ

The Sweet East, de Sean Price Williams (Competencia Oficial Internacional)

De extensísima trayectoria en el cine independiente norteamericano (en el cual colaboró en definir la estética de referentes como los hermanos Safdie o Alex Ross Perry), el director de fotografía Sean Price Williams incursiona en el largometraje con una road movie a través de la costa este de Estados Unidos. Llena de imágenes y texturas subyugantes, también reúne a algunos de los intérpretes más interesantes de la cinematografía norteamericana del presente: Talia Ryder, Ayo Edebiri, Simon Rex y Jacob Elordi.

La caja de Pandora (Die Büchse der Pandora), de Georg Wilhelm Pabst (Rescates)

El Bafici suele ofrecer, en su sección Rescates, la oportunidad de reencontrarse con clásicos del cine mundial tal como fueron concebidos: para la gran pantalla. Es el caso de La caja de pandora, que en 1929 consagró a Louise Brooks como una de las estrellas más fulgurantes del cine silente. Redescubierta durante los años 50 luego de ser vilipendiada por su audaz retrato de la libido femenina, hoy en día La caja de Pandora ocupa un lugar de altísima estima junto con otras producciones alemanas del período como El gabinete del doctor Caligari y El ángel azul.

Un hombre que escribe, de Liliana Paolinelli (Artes y Oficios)

La de la realizadora cordobesa Liliana Paolinelli es, desde hace rato, una presencia recurrente en la programación del Bafici. Esta vez nos ofrece un pase de magia especial: una conversación inédita que María Moreno y Mayra Leciñana sostuvieron con Abelardo Castillo, fallecido en 2017. Frecuentemente, los festivales de cine ofrecen oportunidades para reflexionar sobre la creación, no como ensimismamiento sino como pedagogía. Pocas veces podemos descubrir nuevas palabras de una de las plumas más lúcidas de nuestra tradición literaria.

Adiós Sui Generis, de Bebe Kamin (Rescates)

Bebe Kamin acababa de estrenar El búho (su primera película como realizador) cuando le llegó, de la mano de Leopoldo Torre Nilsson, la posibilidad de hacer historia en dos campos: el de nuestro cine y el de nuestro rock. Sui Generis, el dueto inicialmente conformado por Charly García y Nito Mestre (devenido cuarteto con la incorporación de Juan Rodríguez y Rinaldo Rafanelli), se despedía en el Luna Park. Pequeñas anécdotas sobre las instituciones –que se convertiría en el último disco de la banda– ya exhibía la sofisticación instrumental que Charly profundizaría en La Máquina de Hacer Pájaros, y parecía no haber acuerdo entre productores y artistas con respecto a la próxima producción de la banda (que se llamó tentativamente Ha sido). Adiós Sui Generis queda entonces como la radiografía de una transición: la de uno de nuestros más brillantes creadores de canciones, la de nuestro cine (una famosa fotografía del rodaje contiene en el mismo cuadro a Torre Nilsson y a Raymundo Gleyzer) y la de nuestra propia historia, que se adentraba cada vez más en la violencia y la oscuridad al mismo tiempo que el censor Miguel Paulino Tato (a quien la banda apodaba “el Señor Tijeras” en una de sus composiciones) aprobaba el estreno de la película y entorpecía su exhibición.

Las chicas están bien, de Itsaso Arana (Óperas Primas)

Actriz, guionista y ahora directora, Itsaso Arana se ha convertido en una de las principales fuerzas creativas de Los Ilusos, la productora que cobija toda la producción de Jonás Trueba. Con la excusa dramática de un ensayo para una obra de teatro que nuclea a un grupo de jóvenes actrices en una casa de campo, se abre la expectativa para otra de esas pacíficas exploraciones de una convivencia a la cual la productora nos tiene gratamente acostumbrados, esta vez con el carisma y la agudeza interpretativa de la actriz y su elenco al frente y al centro.

JUAN PABLO MARTÍNEZ

Enredos de oficina, de Mike Judge (Rescates)

¡Office Space vuelve a los cines! La primera película de acción en vivo del gran Mike Judge tuvo un estreno local muy pero muy fugaz en 1999, pero fue ganando adeptos durante todos estos años. Ahí estaremos todos festejando todos y cada uno de los gags perfectos de una de las grandes comedias de la historia del cine.

Fire Supply, de Lucía Seles (Noches Especiales)

Una de las dos películas de la prolifiquísima Lucía Seles presentes en este Bafici es, a su vez, la quinta entrega de la ya pentalogía del complejo de tenis, iniciada por Smog en tu corazón, Saturdays Disorders y Weak Rangers en el Bafici 2022 y continuada por Terminal Young en el Bafici del año pasado. Durante unos estrambóticos ¡156 minutos!, Seles y su elenco estable siguen apostando a algo tan noble y bienvenido como la más demente de las comedias posibles.

Tan de repente, de Diego Lerman (Rescates)

Solo dos novelas de César Aira fueron adaptadas al cine: La prueba y La guerra de los gimnasios. Ambas las adaptó Diego Lerman y, en el caso de La prueba, la adaptó dos veces: una como cortometraje en 1999, manteniendo el título original, y otra como largometraje, en 2002 y con el título Tan de repente. Presentada en la cuarta edición de Bafici, en la que ganó el Premio del Público y el Premio Especial del Jurado, la película ahora vuelve al festival, y es una gran oportunidad para descubrir o redescubrir, según el caso, una de las películas fundamentales del Nuevo Cine Argentino.

Después de Un buen día, de Néstor Frenkel (Trayectorias)

En 2010, y luego de un trailer que dio bastante que hablar, se estrenó Un buen día, opera prima del veterano director de telenovelas Nicolás del Boca y con guion del veterano guionista de telenovelas Enrique Torres. Su paso por las salas fue con más pena que gloria, pero el boca en boca hizo de esta película un fenómeno de culto, que dio lugar a un grupo de Facebook numeroso, un fan film realizado por miembros de dicho grupo y quichicientas proyecciones. Y quién mejor que Néstor Frenkel para contar toda esta historia.

Les Gens d’à côté, de André Techiné (Trayectorias)

La película más reciente del legendario André Techiné (Mi estación preferida) tiene un elenco de lujo: Isabelle Huppert, quien estuvo presente en el Bafici 2015, y nuestro Nahuel Pérez Biscayart. Además, marca el reencuentro entre Huppert y Techiné, quienes habían trabajado juntos en Las hermanas Brontë, de 1979.

ROCÍO ROCHA

El verano más largo del mundo, de Alejandra Lipoma y Romina Vlachoff (Óperas Primas)

Las primeras películas tienen algo así como un aire especial. Por un lado, son historias muy trabajadas y, por otro, un proceso de búsqueda, casi igual a los veranos donde no hay mucho para hacer pero sí mucho para pensar. En la primera película de Alejandra Lipoma y Romina Vlachoff, el retrato de un personaje que está en crisis, un mejor amigo que sale al rescate, el misterio y el reencuentro con la profesión convergen en una historia adorable con, valga la redundancia, calidez y naturaleza.

Lousy Carter, de Bob Byington (Competencia Oficial Vanguardia y Género)

Nuevamente el indie americano se hace presente en Bafici y, en esta ocasión, Byngton vuelve al festival donde supo presentar, en su edición 18, Infinity Baby. El cine de Byngton nos tiene acostumbrados a un pivoteo entre el mumblecore y el slacker con sus excesivos diálogos de corte naturalista, personajes perdidos que no saben qué hacer de su vida y probablemente no vayan a saberlo nunca, relaciones complicadas y el absurdo de la sociedad norteamericana. En Lousy Carter, Byington se sumerge y divaga con humor entre las crisis de la mediana edad y el existencialismo. Y vos ¿qué harías si te quedaran seis meses de vida?

Ciclón Fantasma, de Diani Cardini (Competencia Oficial Argentina)

En esta ocasión, la nueva obra documental de Diana Cardini transcurre entre el Río Luján, la basílica y un parque de atracciones. Con la sensibilidad y mirada puestas en personajes devotos, en este caso, un creador de laberintos de terror y unos rastreadores de fósiles que recorren el río, la obra nos invita a ser parte de su mundo e ir junto con ellos en búsqueda de sus sueños en un lugar donde cualquier cosa puede suceder.

Realm of Satan, de Scott Cummings (Nocturna)

¿Qué tanto sabemos de las subculturas? En este documental, Scott Cummings se adentra en el mundo de los satanistas para descubrir personajes, creencias y búsquedas, así como el sentido de pertenencia. Scott Cummings describe su película como una experiencia: experimentar el satanismo y experimentar el ritual. Una película que existe entre los límites de la ficción y la no ficción, la fantasía y la realidad, la magia y la no magia.

¡Homofobia!, de Goyo Anchou (Competencia Oficial Vanguardia y Género)

Cada película de Goyo Anchou es una celebración. Una bocanada de aire fresco, irrespetuoso, hilarante, punk, calentón y desenfrenado. Su película se define como un acto de resistencia audiovisual, y no es menos para quien hizo del cine guerrilla y lo-fi una marca única y personal. Anchou tiene una filmografía amplia: entre sus películas anteriores se encuentran La peli de Batato (2011), Heterofobia, una rapsodia antipatriarcal (2015) y El triunfo de Sodoma (2020).

ALEJANDRO TÉVEZ

Mogwai: If the Stars Had a Sound, de Antony Crook (Música)

Es tan difícil clasificar la música de Mogwai que le han impuesto la vaga etiqueta de post rock. El documental de Antony Crook, quien sigue a la banda en la grabación de su último disco, llega para dejarnos en claro dos cosas: que Mogwai no hace post rock, hace la música que Mogwai quiere, y que el grupo liderado por Stuart Braihwaite (y su intachable trayectoria) tiene mucho más para brindarnos. Espero que el sonido de las salas esté a la altura de las circunstancias y que nos tengamos que lamentar por no haber llevado tapones.

Requiem, de Jonas Mekas (Trayectorias)

Debería existir una ley que les exija a los festivales, muestras y espacios de cine a pasar, al menos una vez por año, una película de Jonas Mekas en sala. La que sea. Seríamos un poco más felices y nos inyectaría ganas de vivir y retratar lo vivido. Su película póstuma, como todo lo que hizo en su vasta carrera, es una confirmación de todo lo que el cine puede y debe ser y una muestra de que todavía existe la belleza allá afuera.

El árbol de los deseos, de Tengiz Abuladze (Rescates)

En una bienvenida sinergia entre Mar del Plata y Bafici, en los últimos meses hemos podido disfrutar, sin querer, de un pequeño recorrido sobre la lejana pero poderosa cinematografía de Georgia. Y en ella, los paralelismos con nuestro país son más que evidentes: como en un momento sucedió con Rumania, el cine georgiano está envuelto de reminiscencias de nuestras problemáticas, tradiciones y estéticas. El árbol de los deseos vuelve a probarlo.

Cortos de Eva Landeck (Homenajes)

Todo canon cinematográfico argentino que no incluya a Eva Landeck podría tildarse no solo de tendencioso, sino de errado. Si bien su filmografía es corta, la potencia y riesgo de su cine merece una retrospectiva o un revisionismo aún más profundo; básicamente porque estamos hablando de una de las pocas directoras que hicieron carrera en el cine sonoro argentino hasta el advenimiento del Nuevo Cine Argentino y, sobre todo, porque sus películas son excelentes.

Los inconstantes / Pinamar, de Rodolfo Kuhn (Museo del Cine)

¡El debut y uno de los primeros cortos de Rodolfo Kuhn! ¡En fílmico! ¡Gratis! No solo debería ser uno de los eventos del Bafici, sino que sus entradas deberían haberse agotado en minutos (a diferencia de películas que se proyectan cada dos meses en los más variopintos cineclubes). Ahora, con lamentablemente una sola función, deberá reconvertirse en el secreto mejor guardado de esta edición. Una vez más hay que agradecerle al Museo del Cine.